Un pequeño y exquisito cadáver algo podrido y escrito a una mano que guardé el pasado fin de semana:
...
YO
ACUSO
En
aquellos caminos de reyes, golondrinas y yeguas sombrías de la noche se
encontró en cierta ocasión un mineral extremadamente raro que supuso la inesperada
fortuna de todas las tribus nómadas que se lucraban a costa del paso de los
viajeros pues, astutamente, dispusieron una máquina extractora cuya utilidad
era recoger los restos de polvo adheridos en las suelas de los peregrinos
agotados que pedían fonda, vino y habas con tocino en las postrimerías de la
noche mesetaria y; en consecuencia, su nivel de vida pronto estuvo a niveles
similares al de alguno de sus conciudadanos del otro lado del alcantarillado
sin duda todo
esto supondrá una revolución tecnológica abrumadora que profundizará en la
división del trabajo conduciendo a amplias capas del Hormiguero a una pronta
toma de conciencia de la necesidad de la reversibilidad de las relaciones de
producción existentes y que, por aquel entonces, aún permitía la familia
católica polígama y otras depravaciones como el canibalismo estacional y, en menor
medida, la sodomía hacia cierta especie de simpáticos mamíferos que el doctor
al visitar al viejo Domeñado dijo que se trataba de Equus asinus, como se denomina al noble
burro entre los círculos de sabios que en la Corte continúan formando
conciliábulos de dudosa integridad moral y, en otro sentido de cosas, petit comités por donde corretean los
perros de la pradera lanzando pequeños chillidos que se asemejan en todo a
ocarinas llenas de vodka en medio de un vendaval
es
importante, en consecuencia, destruir todo resto de contaminación valientemente
arrojada por alguno de los corsarios que, además de ser indirectamente
responsables de los anteriores problemas mencionados, se dedican a arrasar la
costa baja sembrando el desorden y la anarquía por doquier, sin preocuparse
siquiera en violar a las reses y a sus criadas las mujeres del campo presos de
un potente viaje lisérgico lo cual supone que la confusión y el desconcierto
crece entre los pescadores que desde hace pocas semanas llaman todos los
domingos santos a la Huelga General Salvaje y Revolucionaria proclamando con la
fuerza de doscientos manatíes tras un mismo ideal la inmediata llegada de la
Comuna Autocomplaciente de la Justa Haraganería que desgraciadamente aún no
puede palparse y que se va supliendo con adimentos que quizás fertilicen a
medio plazo las grises tardes de las casas de los que observan, leen, comen,
corren, callan, discuten, procrean y reproducen a destajo
la
carestía de asnos, el progresivo dominio de los sectores más burocráticos
dentro de los nómadas del mineral de los caminos y la mayor represión que se
aplicaba contra los obreros organizados de los astilleros, subsumieron a la
región en una escandalosa orgía de la que solo saldría uno, o quizás dos, o
puede que ningún contendiente; sobre el que recaerá todo el peso de la Historia
hasta el punto de que ésta será capaz de absolverse a sí misma, perdonarse y
emborracharse quizás solamente con una gotita, sin recaer en excesos evitables
y perniciosos en un primer y necesario momento en el que se requerirá de una
férrea disciplina dirigida a acabar con los piratas de la costa baja y también
con los últimos reyes que transitan por los caminos pisoteando nuestro mineral
y nuestros patos.
ya
basta de tanto abuso.
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